Ministro
de Defensa.
Nos dirigimos a usted como familiares de ejecutados políticos. Nuestra larga
lucha por lograr la democracia en nuestro país, y terminar con la dictadura cívico
militar, nos otorga el peso moral suficiente para solicitar, mediante su
intervención, la renuncia inmediata del Comandante en Jefe del Ejército de
Chile, General Humberto Oviedo Arriagada.
Nuestros argumentos para tal
petición se sustentan en los hechos de conocimiento público, relativo a la
participación de funcionarios de las Fuerzas Armadas en el caso conocido como
“milico-gate”; desfalco de bienes del Estado, que permitió la malversación de millones
de dólares de los fondos reservados del cobre.
A
esto se suma, la presencia activa de ex funcionarios de la CNI en el Ejército de Chile,
en donde el alto mando niega contumazmente al conocimiento público sus nombres
y actuales funciones. Todos estos hechos dan cuenta de la descomposición en que
se encuentran las Fuerzas Armadas.
Es igualmente grave e inaceptable que el Comandante en Jefe
del Ejército se niegue a retirar de las instituciones castrenses los retratos
de todo militar condenado por crímenes contra la humanidad, y asimismo, mantener
oculta la información sobre los delitos en que están involucrados una cantidad
importante de uniformados.
Para efectos de lograr los urgentes
avances en verdad, justicia y reparación social, solicitamos que adopte ahora
las medidas necesarias para dar urgencia al compromiso hecho por usted, respecto
al proyecto de ley relativo a la degradación de aquellos militares que han sido
condenados en los delitos de lesa humanidad.
Fotos: PRUIZ
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