En primer
lugar, al expresar la ex Presidenta que la reapertura fue solicitada “por una agrupación de personas en igual
situación que mi padre, no por mi familia”, pretende invisibilizar una lucha
que se ha desarrollado a lo largo de los 40 años que han transcurrido desde el
golpe de Estado. Efectivamente, desde el comienzo de la aplicación del
terrorismo de estado por parte de las Fuerzas Armadas y sus cómplices civiles
esta Agrupación ha cobrado protagonismo.
Dentro de quienes se movilizaron por lograr la
recuperación de la democracia y la obtención de verdad y justicia, es posible
destacar la participación de los familiares, que arriesgaron hasta la vida para terminar con la cultura de la muerte
imperante. Todos ellos y ellas han tenido al General Alberto Bachelet, leal
colaborador del Presidente Salvador Allende, dentro de sus preocupaciones. En
este sentido, la Agrupación
de Familiares de Ejecutados Políticos no sólo ha impulsado el caso del General
Bachelet, sino que también las más de mil víctimas que sus crímenes que hasta
el día de hoy estaban impunes.
En segundo
lugar, la Agrupación
de Familiares de Ejecutados Políticos se define a sí misma como una
organización que lucha por los derechos humanos en Chile, y que se ha ganado un
legítimo lugar dentro de la historia política y social obtenido por una
permanente denuncia y movilización para
lograr el fin de la impunidad en nuestro país.
Así, la agrupación no es un grupo de personas en una situación parecida a la situación de
la familia del General Bachelet, sino una organización nacida del Pueblo de
Chile para reivindicar el proyecto histórico del mundo popular, dentro del cual
el General Alberto Bachelet tuvo un lugar destacado. Por ello, cuando la candidata a la presidencia
pretende ignorar esta condición de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos,
pretende a la vez, olvidar que esta agrupación fue invitada por ella misma, en
su calidad de Presidenta de la
República , para instaurar el Día Nacional del Ejecutado Político,
que fue una demanda histórica del movimiento por los derechos humanos en su
lucha por recuperar la dignidad de los chilenos y las chilenas víctimas del
terrorismo de estado.
Por último, la Agrupación de
Familiares de Ejecutados Políticos quiere reivindicar la constante lucha por la
verdad, la justicia y la
Memoria como una acción activa de profunda integridad moral, y continúan luchando desde 1976 hasta la fecha, se movilizaron en la
calle a riesgo de sus vidas, realizaron huelgas de hambre para terminar con
la cultura de la muerte que la dictadura imponía todos los días. Pero también
por la libertad del país. La agrupación es una
organización que tiene existencia y representatividad a nivel nacional.
En esta
circunstancia queremos traer a la memoria la dramática realidad de familiares
integrantes de esta organización que no han logrado sobrellevar el dolor que la
constante denegación de verdad y justicia produce en la vida cotidiana de miles
de chilenos y chilenas. Nuestro recuerdo y homenaje a Luciano Carrasco, a Dora Guralnik, a Beatriz Allende. Para ellos y ellas, mártires de la
falta de justicia, nuestro compromiso con la lucha por la Verdad , Justica y Memoria.
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