

En la carta señalan que Mauricio Hernández Norambuena vive un régimen de “castigo permanente” en Brasil el que comprende su encierro en una celda de aislamiento, de dos por tres metros, sin luz natural; con la prohibición de tener contacto con otros prisioneros y vigilantes y donde tiene estrictamente prohibido cruzar miradas con sus carceleros a riesgo de sufrir castigo. También no puede disponer de una radio, televisión y medios de información por lo que su aislamiento con el mundo exterior es casi total.
Finalmente, indican a la presidenta Bachelet que
“apelamos a todas las facultades que le confiere su cargo, para que actúe en
relación a esta situación que atropella los Derechos Humanos de un ciudadano
chileno que luchó y arriesgó todo por nuestra patria”.
Recordemos que Mauricio Hernández Norambuena fue comandante
del FPMR y dentro de las acciones en que participó se encuentra el intento de
tiranicidio contra el dictador Augusto Pinochet en septiembre de 1986.
Posteriormente, fue detenido en los primeros años de
“democracia” acusado por sus acciones contra la dictadura. En diciembre de
1996, fue liberado por sus compañeros de la Cárcel de Alta Seguridad.
El 3 de febrero 2002 fue detenido en Sao Paulo,
Brasil, junto a otros militantes latinoamericanos, siendo condenado a 30 años de Cárcel por el secuestro
del publicista Washington Olivetto. Hasta el momento, lleva más de la mitad de su condena cumplida.
Actualmente, se encuentra recluido en el Penal
Federal de Máxima Seguridad, en la localidad de Mossoró, Estado de Río Grande do
Norte, Brasil.
Fotos y texto: Pablo Ruiz